Según Cesc, "tenemos un estilo único, siempre atacamos y buscamos paredes"
El fútbol total en versión 'gunner' exhibido por el Arsenal frente al Birmingham de Hleb el pasado día 1 en Liga ha merecido elogios unánimes por parte de analistas y periódicos británicos.
También Cesc y Nasri, cuya conexión sobre el campo está siendo "más y más efectiva" según el internacional francés, se han referido al juego espectacular y letal que actualmente está exhibiendo el que será rival del Barça en los octavos de Champions. Según Fàbregas, "tenemos un estilo único. Siempre queremos ir al ataque y buscamos las paredes, quizás a veces en exceso aunque esto es lo que nos han enseñado y a nosotros nos gusta así". Y según Nasri, que materializó su 13º gol de la temporada en Año Nuevo, "los compañeros me permiten desmarcarme y así todo es más fácil".
No bajan las aguas muy tranquilas por los mentideros del Arsenal inglés. Los resultados en Liga no acompañan, el equipo ya se ha situado quinto en la tabla, a diez puntos de los líderes, y su capitán, William Gallas, que ha protagonizado el episodio polémico de la semana. Tras los últimos malos resultados cosechados en la Premier, el defensa francés saltó a la palestra con unas declaraciones fuera de tono, en las que achacaba ala falta de valentía de sus compañeros el hecho de que el equipo lleve tres derrotas consecutivas. Algo anormal en un club en el que, por encima de todo, nunca se habían oído demasiadas quejas ni declaraciones de este tipo.
Arsene Wenger, como buen entrenador que es ( lo reitero, para mí el mejor técnico del mundo ), ha cortado por lo sano, y no ha dejado que la caja de los truenos explotara totalmente en el seno del club londinense. Rápidamente saltó a los medios en defensa del equipo, pero sin denostar del todo las palabras de su jugador, y ha tomado la decisión de retirarle la capitanía de los gunners. Una decisión muy acertada. Puede ser que, en cierto sentido, Gallas haya querido dar su opinión al respecto de lo que le sucede al equipo, pero, ni eligió las palabras acertadas, ni tampoco pueden salir a la luz pública de la manera en que lo dijo. Declaraciones así deben quedarse en el vestuario, y más viniendo de la figura del capitán. Las derrotas pueden doler, pero los trapos sucios hay que lavarlos sin mostrar las vergüenzas tan a la luz.
Es por ello que Wenger se ha decantado por ofrecer la capitanía al centrocampista español Cesc Fábregas, el hombre que es su mano derecha sobre el terreno de juego. Resulta increíble la confianza que el técnico francés ha tenido siempre en el catalán. Desde muy temprana edad le dio los galones de uno de los mejores equipos de Europa. Una decisión que, para muchos, era sumamente arriesgada. En sus comienzos, Wenger contó con el apoyo total de uno de los pesos pesados del club, el delantero francés Thierry Henry, en aquel momento, capitán de los ingleses. Henry llegó a afirmar que Cesc era el centrocampista del futuro, el hombre que podía cambiar el curso de la historia de este Arsenal. Con la marcha del francés, todo el mundo pensaba que Wenger le daría la capitanía del equipo a Cesc, pero aquel chico sólo tenía 18 años, y todo un porvenir envidiable por delante. El entrenador francés decidió que aún era pronto para cargar con más responsabilidades al chaval, y le ofreció el brazalete de capitán a William Gallas.
Hoy Cesc, con sólo 21 añitos, es uno de los pesos pesados del Arsenal inglés, uno de los futbolistas por los que suspira media Europa, porque la otra media no tendría presupuesto para su fichaje. Un hombre que, gracias a la sabia mano de su mentor, el maestro Wenger, ha crecido en esto del fútbol para convertirse en un auténtico referente. A su edad ya puede presumir de haber sido campeón de Europa con laselección española, y a pesar de que aún no ha conseguido logros importantes con su equipo, tiene toda una vida futbolística por delante para conseguir los que le plazcan.Hoy es el nuevo capitán del Arsenal, la figura del equipo, el ejemplo a seguir por tantos y tantos niños que, cada domingo, lo ven sobre el césped demostrando su clase. Lo increíble de todo esto, como decimos, es que apenas tiene 21 años. Un pequeño hombre, casi un niño, pero todo un futbolista de los pies a la cabeza.
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